CUANTAS VECES
Sobre tu sombra apagada, amado mío, he transitado,
al destino incierto al que tu alma, me ha arrastrado.
Cuantas horas, noches, cuántos días ya han pasado,
Y cuántos versos en tus arcas deje para ti grabados,
como perlas de un amor, en el tiempo ya enterrado.
Entre los minutos callados, de horas casi muertas,
palpita el eco de tu amor, incierto, ya sepultado.
Cuánta soledad queda en las almas destrozadas,
que caminan descalzas, sobre las tierras, heladas.
Y entre suspiros, hay un pensamiento que se repite,
como el vaivén de las bravías olas del mar, sin límites.
Cuantas veces amor, me perdí en tus avenidas vacías,
llegando a la esquina donde hoy lloro mis agonías.
Sin querer amado mío, regrese tantas veces,
anhelando tu abrigo, entre nardos que envejecen.
Llegué hasta tus raíces, enterradas en el fango,
besé tu intimidad, y regresé llorando, con amargo tango.
Tantas veces yo, rocé tus labios con mis besos de fuego,
y la escarcha de tu boca heló, hasta mis pensamientos.
Cuantas veces anduve desnuda por tus noches agitadas,
de sábanas mojadas y deseos amor, en tu cama desolada.
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