EN EL EQUINOCCIO DE TU PIEL
En este equinoccio de tormentas internas,
tejado de cansancio y aliento recobrado,
cíñeme a tu cintura, brisa de mis penas,
olas refrescantes de tus brazos amados.
Arranca el silencio que envenena mi boca,
siembra en mis cabellos tus diez caminos,
sueños que transitan por la senda más loca,
huellas de pasión, que a mis labios alborotan.
Escucha un instante el palpitar de mi piel,
esa sinfonía de goce que en ti se derrama,
más no me digas, que no he sabido amar,
pues en tu piel sigue ardiendo mi llama.
Autora:Ramonika
© “Todos los derechos reservados”